viernes, 19 de diciembre de 2008

L.A. Rockolla y su ge'nesis

Por Ricardo Camarena.
Propuesta de columna periodi'stica de rock en espanol en Los A'ngeles, CA
20 de Mayo de 1997

Supervisores:
Gerardo López, editor de La Opinión Newspaper.
Antonio Mejías-Rentas, editor de la sección Espectáculos.
Columna:
Rockolla
Mística:
Es un juego de palabras sobre la acepción “rockola”, que remite al rock en español, “al rock de olla”, local, casero: (underground, subterráneo, alternativo, urbano, rupestre), en Los Ángeles, CA.
Justificación:
El público lector juvenil se ha mostrado proclive a hacer un seguimiento del movimiento de rock en español. Si bien los seguidores de los géneros bailables (salsa y cumbia, onda grupera, música con banda, ritmos centroamericanos) abarrotan salones y eventos populares, y sus gustos están sobredeterminados por medios más eficaces que la prensa escrita, dada su inmediatez y simultaneidad: las estaciones televisivas y radiales.
Además, las inserciones pagadas son unívocas: se trata de eventos claramente comerciales, con una capacidad de convocatoria enorme, dada la popularidad de los artistas del género.
Y, por supuesto, requieren ser atendidos en otro espacio de la sección de Espectáculos. Quizá los viernes y sábados, (ya sea a través de la guía de los clubes y salones de baile, o con reseñas de las bailes, como se ha venido haciendo).
Sin embargo, un sector importante de jóvenes y adultos lectores de La Opinión ha crecido con la oreja puesta en el rock, adaptándolo a su modo de vida y hallando en sus productos una identificación permanente, no como moda musical ni como sinónimo de desadaptación social, sino como vehículo de jovialidad.
El mercado generador de estos productos se mantiene intocado; es sabido que la sección del periódico, dado su alcance, es un parámetro -por sobre las demás publicaciones especializadas- de estos gustos y tendencias, tanto en la proyección de los artistas, como en la promoción de los productos aledaños a esta corriente musical.
Objetivo:
Sintetizar la diversidad de materiales pertinentes a los grupos y productos de rock en español que se reciben frecuentemente en la redacción, así como los que llegan por los cables de agencia, sin compromiso con ninguno de ellos, y con un criterio de selección por parte del editor de la sección.
Extensión:
No mayor que la del Rockalendario, y sin empalmar información de éste.
Periodicidad:
Quincenal.
Recursos:
Disponibilidad de 25 pulgadas en las páginas internas de la sección.
Dead line:
Miércoles quincenales a mediodía, para publicarse el jueves.
Inicio:
Jueves 25 de abril de 1997
Beneficios para la empresa:
Captar un circuito de lectores y consumidores de productos concernientes, con base en información privilegiada y actualizada, aún por sobre las revistas especializadas de rock en español, cuya periodicidad es regularmente mensual, y a veces tardía o esporádica.
Beneficios para la sección:
Darle cabida primicial a productos y servicios relacionados con el género que, aun cuando todavía no tienen una aceptación masiva, progresivamente la están obteniendo. Sin demérito de la ética periodística, se puede implementar esta columna informativa para atender tanto a promotores, publirrelacionistas y músicos, como a su público.
En muchas ocasiones los eventos tienen una importancia dentro de este circuito de lectores y consumidores que escapa al alcance de la cobertura por reporteros o noticias de cable; mayormente si es de índole local. Si bien es cierto que en muchos de ellos priva la informalidad y cierto desorden, en otros las expectativas se cumplen, quedando la sección Espectáculos al margen de la primicia sobre estos eventos.
La comunidad juvenil ha comprobado acercarse los jueves a la lectura del periódico, y en especial a la sección, por la frecuencia con que se abordan tópicos pertinentes a los grupos y artistas locales e internacionales de rock, así como la información oportuna que brinda el Rockalendario.
Ahora sólo faltaría una columna que, con capacidad de síntesis, recopilara la creciente cantidad de información, que no amerita un tratamiento particular como nota, pero sí una mención en párrafos. Más de un promotor incipiente o un club han vuelto progresivamente anuncios formales sus faxes informales al Rockalendario.
Por otro lado, la calidad de los grupos y solistas internacionales que con frecuencia concurren a actuar en foros medianos y pequeños de Los Ángeles, es inobjetable y amerita, si no su cobertura periodística, sí la constancia escrita de su actuación en esta ciudad.
Otro aspecto a considerar sería el de la radio de rock en español, cuya programación también puede ser abordada en esta columna.
Ricardo Camarena.